Karl
Popper (1902- 1994)
(Karl Raimund Popper; Viena, 1902 - Londres, 1994) Filósofo
austriaco. Estudió filosofía en la Universidad de Viena y ejerció más tarde la
docencia en la de Canterbury (1937-1945) y en la London School of Economics de
Londres (1949-1969).
Karl Popper, aunque próximo a la filosofía neopositivista del Círculo de Viena,
llevó a cabo una importante crítica de algunos de sus postulados; así, acusó de
excesivamente dogmática la postura de dividir el conocimiento entre
proposiciones científicas, que serían las únicas propiamente significativas, y
metafísicas, que no serían significativas. Para Popper, bastaría con delimitar
rigurosamente el terreno propio de la ciencia, sin que fuera necesario negar la
eficacia de otros discursos en ámbitos distintos al de la ciencia.
También dirigió sus críticas hacia el verificacionismo que mantenían
los miembros del Círculo, y defendió que la ciencia operaba por falsación, y no
por inducción. Ésta es, en rigor, imposible, pues jamás se podrían verificar
todos los casos sobre los que regiría la ley científica. La base del control
empírico de la ciencia es la posibilidad de falsar las hipótesis, en un proceso
abierto que conduciría tendencialmente a la verdad científica.
Popper desarrolló este principio en La lógica de la
investigación científica (1934), donde estableció también un criterio para
deslindar claramente la ciencia de los demás discursos: para que una hipótesis
sea científica es necesario que se desprendan de ella enunciados observables y,
por tanto, falsables, de modo que si éstos no se verifican, la hipótesis pueda
ser refutada.
Contexto en el cual vivio - Ámbito familiar
Karl fue hijo del abogado judío Simon
Siegmund Carl Popper, nacido en Praga, y de su esposa Jenny Schiff. De la familia Schiff
provenían varias personalidades significativas de los XIX y XX tales como el
director de orquesta Bruno Walter.
En la Viena de
principios del siglo
XX que vió nacer a Karl Raimund Popper, la situación de los judíos era
compleja: por un lado, pertenecían a las capas medias y altas de la sociedad, y
ocupaban con frecuencia posiciones destacadas en la economía y la política: por
ejemplo, el acomodado Simon Siegmund colaboró estrechamente con el alcalde
liberal Raimund Grübl; pero, por otra parte, eran habituales las demostraciones
de antisemitismo. Cuando Karl Popper comenzó sus estudios universitarios en la
década del 1920 la
escena política estaba dominada efímeramente por la izquierda: florecía
entonces la llamada Viena Roja. También Popper, interesado principalmente en la
pedagogía política, se implicó en este movimiento, ingresando en las juventudes
socialistas. Brevemente llegó a formar parte, incluso, del partido comunista.
Sin embargo tras un violento enfrentamiento entre los comunistas y la policía
vienesa en el que perecieron ocho personas, Popper se alejó rápidamente del
comunismo.
Tras presentar en 1928 una tesis doctoral fuertemente matemática dirigida por
el psicólogo y lingüista Karl Bühler, Popper adquirió
en 1929 la
capacitación para dar lecciones universitarias de matemáticas y física. En
estos años tomó contacto con el llamado Círculo de Viena. No obstante su
cercanía con este, Popper cuestionó siempre algunos de los postulados más
significativos de este grupo de pensadores, lo que dificultó su integración en
él. En cualquier caso, el Círculo se vio influido por la fundamentada crítica
de Popper y, de hecho, La lógica de la investigación
científica (en alemán Logik der Forschung), principal
contribución de Popper a la teoría de la ciencia, apareció por primera vez en
una serie de publicaciones del propio círculo vienés, a pesar de que contenía
una moderada crítica al positivismo de esta comunidad de filósofos. La obra fue
recibida como fruto de las discusiones del círculo, lo que llevó a muchos a
calificar equivocadamente a Popper como positivista.
Panteón de Karl Popper
En el Canterbury College en Christchurch, Popper vivió
aislado y hasta cierto punto desconectado de un mundo que se precipitaba
entonces en el torbellino de la Segunda Guerra Mundial. En este entorno
Popper redactó La sociedad abierta y sus enemigos (en alemán Die
offene Gesellschaft und ihre Feinde). También de aquella época data su amistad
y colaboración con el neurobiólogo John C. Eccles, junto al que
escribiría El Yo y el cerebro en 1977.
Los logros filosóficos de Karl Popper le valieron numerosos
reconocimientos, tales como ser nombrado caballero por la reina Isabel II de
Inglaterra en 1969.
Recibió la insignia de Compañero de Honor (Companion of Honour) en 1982, el premio Lippincott de
la Asociación Norteamericana de Ciencias Políticas y el premio Sonning. Fue
miembro de la Sociedad Mont Pelerin, una comunidad de estudios fundada por
Hayek para promover una agenda política liberal, así como de la Royal Society
de Londres, con
el rango de miembro, y de la Academia Internacional de la Ciencia. Entre otras,
cultivó la amistad del canciller alemán Helmut Schmidt. Algunos
conocidos discípulos de Popper fueron Hans Albert, Imre Lakatos,
y Paul
Feyerabend.
Principales aportes a la filosofia – Principio de las Órdenes Espontaneas:
Debido a que desconfiaba de los mecanismos puros del mercado libre
que abanderaba Hayek, predicando cierta invencionista que desembocara en
cualquier caso, en el control o en la propiedad estatal. De tal modo que se ve
influido por la fundamentada critica de Popper, y de la lógica de la
investigación científica la cual contribuye a que la Ciencia debe ser dura.
Por lo que Popper habla sobre el Positivismo ya que es una Sociedad
de Científicos que califican lo que es bueno.
El Positivismo
El Positivismo hace que la Ciencia sea aburrida
La Ciencia es Lógica….
Popper critica el Método Inductivo y en general cualquier método que
sea partidario de aplicar un criterio de verificación empírica de las teorías.
Por lo que Critica el Método Inductivo y deduce que su Falsacion es la
antítesis del Iductivismo.
De tal manera que Popper parte del Fenómeno Social y deduce lo que
va a suceder a través de:
Método Inductivo
Pensamiento principal del filósofo
Popper expuso su visión sobre la filosofía de la ciencia en su
obra "La Lógica de la Investigación Científica, en ella el filósofo
austriaco aborda el problema de los límites entre la ciencia y la metafísica, y
se propone la búsqueda de un llamado criterio de demarcación entre
las mismas que permita distinguir las proposiciones científicas de aquellas que
no lo son.
Lo cierto es que Popper era consciente del enorme progreso en el conocimiento científico que se experimentó en los siglos que le procedieron, en tanto que problemas como la existencia de Dios o el origen de la ley moral parecían resistirse sin remedio. Por ello, la búsqueda de un criterio demarcación aparece ligada a la pregunta ¿qué propiedad distintiva del conocimiento científico ha hecho posible el avance en nuestro entendimiento de la naturaleza? Algunos filósofos habían buscado respuesta en el inductivismo, según el cual una ley física resulta repetidamente confirmada por nuestra experiencia podemos darla por cierta o, al menos, asignarle una gran probabilidad. Popper supera la crítica de Home abandonando por completo el inductivismo y sosteniendo que lo primero son las teorías, y que sólo a la luz de ellas nos fijamos en los hechos. Con ello, Popper supera la polémica entre empirismo y racionalismo, sosteniendo que las teorías anteceden a los hechos, pero que las teorías necesitan de la experiencia (en su caso de las refutaciones) para distinguir que teorías son actas de las que no.
La salida a este dilema, propuesta en la lógica de la investigación científica, es que el conocimiento científico no avanza confirmando nuevas leyes, sino descartando leyes que contradicen la experiencia. A este descarte Popper lo llama Falsación.
El criterio de demarcación puede definirse como la capacidad de una proposición de ser refutado o falsabilizada. Sólo se admitirán como proposiciones científicas aquellas por las que sea conceptualmente posible un experimento o una observación que las contradiga. Así, dentro de la ciencia queda por ejemplo la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica y, fuera de ella, el marxismo o el psicoanálisis. En este sentido, resulta extremadamente revelador el pensamiento que Popper escribió en las primeras páginas de su autobiografía Búsqueda sin término: "Por qué fue mi maestro quien me enseñó no solamente cuan poco sabía, sino también que cualquiera que fuese el tipo de sabiduría a la que yo pudiese aspirar jamás, no podría consistir en otra cosa que en percatarme más plenamente de la infinitud de mi ignorancia.
En el sistema de Popper se cambia la racionalidad con la externa importancia que la crítica tiene en desarrollo de nuestro conocimiento. Es por eso que tal sistema fue bautizado como racionalismo crítico.
Lo cierto es que Popper era consciente del enorme progreso en el conocimiento científico que se experimentó en los siglos que le procedieron, en tanto que problemas como la existencia de Dios o el origen de la ley moral parecían resistirse sin remedio. Por ello, la búsqueda de un criterio demarcación aparece ligada a la pregunta ¿qué propiedad distintiva del conocimiento científico ha hecho posible el avance en nuestro entendimiento de la naturaleza? Algunos filósofos habían buscado respuesta en el inductivismo, según el cual una ley física resulta repetidamente confirmada por nuestra experiencia podemos darla por cierta o, al menos, asignarle una gran probabilidad. Popper supera la crítica de Home abandonando por completo el inductivismo y sosteniendo que lo primero son las teorías, y que sólo a la luz de ellas nos fijamos en los hechos. Con ello, Popper supera la polémica entre empirismo y racionalismo, sosteniendo que las teorías anteceden a los hechos, pero que las teorías necesitan de la experiencia (en su caso de las refutaciones) para distinguir que teorías son actas de las que no.
La salida a este dilema, propuesta en la lógica de la investigación científica, es que el conocimiento científico no avanza confirmando nuevas leyes, sino descartando leyes que contradicen la experiencia. A este descarte Popper lo llama Falsación.
El criterio de demarcación puede definirse como la capacidad de una proposición de ser refutado o falsabilizada. Sólo se admitirán como proposiciones científicas aquellas por las que sea conceptualmente posible un experimento o una observación que las contradiga. Así, dentro de la ciencia queda por ejemplo la teoría de la relatividad y la mecánica cuántica y, fuera de ella, el marxismo o el psicoanálisis. En este sentido, resulta extremadamente revelador el pensamiento que Popper escribió en las primeras páginas de su autobiografía Búsqueda sin término: "Por qué fue mi maestro quien me enseñó no solamente cuan poco sabía, sino también que cualquiera que fuese el tipo de sabiduría a la que yo pudiese aspirar jamás, no podría consistir en otra cosa que en percatarme más plenamente de la infinitud de mi ignorancia.
En el sistema de Popper se cambia la racionalidad con la externa importancia que la crítica tiene en desarrollo de nuestro conocimiento. Es por eso que tal sistema fue bautizado como racionalismo crítico.
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